Sería fascinante entenderte,
Más revuelvo el pasado,
Menos comprendo el presente.
Tus hojas comenzaron a caer,
Desde los techos a los pies,
Cundo el terreno se encuentra sombrío,
La extensa llanura también.
Serán los secretos de tu vientre,
O los tan buscados restos de mí,
Alguno de los motivos para encandilarme,
Pero no comprendo aún el misterio.
Sería alucinante tenerte y tenerte,
Sin pensar en la maldita muerte,
Porque la luz desde lo alto es descendente,
E ilumina mi camino, mi secreto y mi espalda.
¿Será la gloria como te la describo?
O realmente nos sentiremos complacidos…