Desde un noviembre floral,
Quiso decapitarme en el ultimo momento,
Fregando entre rayas de chapa,
Un pulposo manjar
Que solo el dolor comería,
Sobre ingenuos platos de gracia
Y faltos de todo color.
Debilidad injusta,
A tres años ya de entrenamiento,
Y el salón a oscuras
Todos los miedos desde el más allá.
Fatiga horroroza
Desde que cantó el cardenal,
Todo parece suceder más lento.
Extenuado decía mi madre,
Se puede aprender algo todos los días
Así como también se impregnarán de tu olor mis manos,
La voluntad que al amor involucra
Rige en la más absoluta certeza.
Se pone cruel el camino,
Necesitamos hacerlo bien.