martes, junio 14, 2005

Selva

la selva se ocultó a tus pies,
mimetizándose la mata con la muerte,
frío, humedad y niebla,
la noche se hizo dueña de la selva,
arrodillada en un costado de tu cama,
rezando poder volver a verme,
hay una confesión que no quieres ver,
ni decir ni callar nada tampoco,
arañas en las pupilas estorban tu visión,
extraños momentos silenciosos,
la madre selva envuelve tus caprichos,
devuelve tus errores y
cuenta tus monedas,
de nada me olvido, por favor
confiesa que tiemblo en la espera… 1/6/5

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