Cuan inmortales son tus recuerdos,
débiles y agonizantes hombres que te lloran,
en perfecta sintonía con tu gloria.
Veo a las paredes piediendo ayuda,
y no hay otra cosa que hacer que derrumbralas,
construyendo con tus piedras y ladrillos,
miles de kilómetros de guías,
montañas de alegrías, recuerdos y gloria.
Inmortales recuerdos que llenan mis páginas,
y un enorme éxtasis de llantos y monedas,
despliega tus alas de improntas perfectas.
Veo tus manos pidiendo ayuda,
y no hay más nada que hacer que recordarte,
echandote de menos y sonriendote por siempre...
2 comentarios:
como te banco enfermoooo,
no puedo creer que de tu persona salgan estas cosasssss...
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