Tan terrible es entenderte,
que por rogarte estoy desahuciado,
y rezar a Dioses (hoy) no cambiará nada,
abrazos muy largos en momentos muy cortos,
deterioran los humos espesos,
que emanaban mis fuegos.
Tan horrible sería perderte,
que por buscarte estoy perdido,
momentos tan cortos que ni abrazos caben,
esas miradas que dicen todo, pero nada,
van a eliminar sospechas que te tenía.
A ellas les gusta venir seguido,
cuando uno las entiende
las mentiras pasan de largo.
Fue tan terrible ese fuego,
que podría superarlo con hielo,
pero tan caprichosa es la vida
que me atrevería a juzgarte en la segunda mano...
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