Cerca de las despedidas,
Llorar es tan humano como individuo,
Pendiendo de las arañas,
Mi lágrima que perpetua sucumbe
Me permite, en algunos casos,
Embestir la vida, de manera tal que
Logro caminar a la prisa del que corre.
Si llorar hoy, es humano,
Reír es sanguinario,
Y en tanto las lágrimas sean elípticas
Las creencias serán en vano,
Más no debes apenarte,
La despedida es una puerta al regreso,
Tal como las manos vuelven a mis bolsillos
Estimulando la nostalgia y la reminiscencia,
Llorar es tan descortés como vulgar.
Quiero reír cuando te vayas,
Porque estar fuera de lo trivial
Es más sano que coexistir insustancial.
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