Una vez más y por fortuna,
vuelvo a tropezar.
Las piedras y los cientos de ricones,
un color raro y las cenizas de cien cigarros,
mi meticuloso despertar junto a tu espalda,
y el sabroso aroma de tu piel en mi cama,
cosas que de tropiezos y comienzos pueden crearme,
la verdadera forma de mis manos en tu cuerpo.
Y una vez más y por fortuna vuelvo a besarte,
y besarte tan hermoso y derretirte los labios,
derrocharte de caricias y lograr enamorarte.
Una vez más y por fortuna,
vuelvo a tropezar,
y no es algo malo, si de tropezar contigo hablamos,
no tengo ningún problema en caer.
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