La amistad fué convirtiendose en éxito,
mientras la verdad se abrió camino sóla,
y notamos que en un momento de lucidez,
la mente se opuso tanto al corazón,
que debimos dejarlo latir tan fuerte que dolía,
mejorando el fluido sanguineo desde adentro,
pero obstaculizando el pensar habitual.
Nadie es único,
por eso es nadie,
mis espectativas no son ajenas,
por eso no son propias y te incluyen.
La amistad, que quiso saber de amor,
derramó un crudo e incómodo pasar,
y notamos que en un momento de lucidez,
el corazón se opuso tanto a lo normal,
que debimos dejar de serlo y seguir adelante,
explorando el mundo personal desde afuera,
pero intentando que nunca.... se termine...
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(L)
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