Dentro de un nudo que se ha desatado,
Cual tormenta espléndida deteriorada,
Que explota en viento y retrocede.
Es impensable morder,
El anzuelo que envaina tu gracia,
Pues vida en la vida quiero,
Y la eternidad me espanta.
Hermosa fuente de energía,
Que enmarca mis días, cual si acuarelas fueran,
Rozando el costado de mundo,
Por poco derrapando,
Y en mis sueños acaricio tus manos ,
Comprobarlo no puedo, pero existo...
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