martes, junio 11, 2013

Historias Tristes de Amor

Caminando por los medanos, un mediodía frondoso, lleno de mar y bosques, repleto de amor y voces. En un vértice a definir, tras besos ociosos, comenzamos a derrapar entre fuego y arena, jugando con las manos a memorizar las formas, agitado fuerte en el pecho y convertido en predador mortal, las uñas sobresalen de mis manos, sangre tuya en los colmillos y te comienzo a devorar. Recuerdo que sentía el mar de fondo, oscilado hojas el viento se lleva tus mordiscos, de piel negra y ruda lengua, llovía de pronto en el infinito, por la venas erizadas de amor, supliendo espacios, fuera de mente. 
Encerrados en el fondo, creímos que volverían las primaveras de antes, años de placer y lucha, que imaginan no habré probado el veneno.