Un viaje inentendible, promulgado por el solo hecho de partir. El destino entre ríos nos lleva, vislumbrando vuestros cuerpos enfermos de amor. Chocamos en una pileta caliente, la sal en las heridas ha abierto una puerta, nos empezamos a sentir en problemas. Una tormenta acecha el predio, todo volando y todo mojado. Comenzamos en el asiento delantero a besarnos, mi mano izquierda acalambrada de tocarle bajo la falda, pasamos a la segunda etapa. Asiento trasero en medio de un estacionamiento, todo oscuro, nada quieto, su cintura se tuerce cual si fuera un músculo. Espuma en la boca un tiempo después, me partió la cara para evitar sutilezas. Mucho Afecto, siempre sentiré tu mano...
Fk 13.6.13
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