Un jueves temprano, recién puede verse el Sol, aquí parado frente a la vida, aparece encantada, conmovida de sexo y gracia, la Señorita Exacta viene, como si supiera que existe el justo, como si la fiera fuese su mascota. Atravesando la plaza, llega en sus preciosos pasos, estruendosos al andar, espléndidos, siempre un pié delante del otro, vuela mi mente. Entonces llega ante mi, ya puedo ver sus piernas e imagino con que cara gozará esta noche, su boca húmeda y las tetas levantadas, muy bien. Nos besamos sin hablar y comenzamos a gemir de inmediato, era un éxtasis de esos que escribiendo esto se me pone la piel de gallina, el sudor que esconde en la nuca hirviendo, prende fuego mis labios, entorpecidos de amor, de amor a la aventura.
Se marcha cuatro años después con la memoria elegida y su perspicacia enajenada. La vida de amor es simple, va o viaja.
FK
1 comentario:
:/
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