Arrimaría el mar a algún punto exacto de tu frente,
Para visitar tu mente y enfrentarme a tu rigor,
Inventarte emociones invitarte a soñar un rato,
Puede que en lo más alto el oxigeno sea escaso,
Pero estando a tu altura no es todo tan alcanzable,
Revisa en mi interior el bullicio indiscreto de los latidos,
Copiando con mis pupilas tu llanto,
Enviare una carta con posdata a Dios,
Tal vez en la idolatría de tu disparatada prudencia,
Pueda vivir sin cargar con el karma de hacerte reír,
Quizás deba seguir la evolución que me pretenden,
Crecer luego la familia y toda esa merendusa…