En la afortunada vida que ahora vivo,
es inaudito pensar en un problema.
La mano que ella me estrecha
y el hombro que ella ofrece,
son, sin razon aparente, algunas de sus virtudes.
Aunque hasta aqui su caminmo no ha sido facil,
mi devocion por contentarla,
acude hasta a los mas imposibles caprichos,
dejando que sus manos se curen al sol
mientras su corazón entra en mi terapia.
La fortuna que ella me ofrece,
es mas rica que el oro mismo,
dejando mis bancas llenas de besos y miradas,
e inhundando mis bóvedas con dulzuras y empatías.
_Hola!... le digo a la vida,
_Hola!... le digo al temor,
_Hola te digo hermosa, quiero ser tu emoción..!
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