Un rumbo Sin Rumbo Alguno

Justo cuando el timon caia,
y en el instante preciso del cenit,
mi vida toma un rumbo inesperado, pero inducido.
Una maravillosa mujer posa ante mis ojos
como nunca nadie lo había hecho,
mi cabeza regresa (al rato) desde el limbo,
rezando por que no haya sido un sueño.
Más tarde esas piernas vuelven a aparecerse,
y la luz llega, sus fabulosos ojos, que,
de cafés a verdes, van volviendo mis sentidos más fuertes,
mostrandome lo vertiginoso que puede ser el amor,
y llevandose esas malas hierbas que solia fumar solo.
El invierno se avecina,
las olas comienzan a golpear desde arriba,
y mi equipo de latidos, se va volviendo corazón.
Romper el calendario lunar para traerle la luna a ella,
destruir el sistema solar para regalarle el sol a ella,
y escribir una canción de amor para que la cante ella.
De todas formas el timón caía,
en el preciso instante de cenit,
y el rumbo de mi vida, ahora, se va tornando feliz...