Mi miel supiste ser,
aunque tambien mis abejas.
La sangre solias ser,
pero tambien las heridas.
Mi droga supiste ser,
aunque tambien sus daños.
Mi mente solias ser,
pero tambien mis delirios.
El balance que hago, sin importar el embargo,
resulta tan positivo que me da miedo sumarlo,
las redes que atrape con tus peces,
y los arcos que con los ciervos,
subyacen el fin a nada,
incrementando mi sonrisa y mi llanto.
Mi miel supiste ser,
aunque mi vida y mi mente tambien,
que en vez de rara fue un exilio,
que no supe traducir ni yo...
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