Dime como me tratas,
y adivinaré tu signo...
las religiosas ineptitudes del creyente,
se agravan con la llegada de un Dios.
Mentiras que son trasendentes
y no ocultan rencor,
Miedos que determinan odios
y no suponen valor.
Dime con quien vuelves y te diré a donde vas...
Las bruscas marejadas de tus aguas,
incrementan las aptitudes del desamor,
mentiras que son epílogas
y no demuestran rencor.
miedos que fluyen desde corazones creyentes,
y hostigan la creatividad.
Dime por que vuelves y negaré un jamás...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario