Estoy callado en tu fortaleza,
Muriendo a la espera del roto cristal,
Intimando con tus ojos ,
Descifrando tu rigor,
Alguna vez me quede parado,
Pero otra vez me he recostado,
Recuerdo aquella vez que no miramos,
La otra vez que nos mirábamos,
Y aquella vez que te miraba,
Y de repente sin piedad tu instinto,
Volteo mi cordura.
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