ahora la ves sentada
con esos ojos iguales a los míos,
medios verde con el centro amarronado,
es hermosa,
se parece mucho a mi hermana.
dulce cuando mira
atroz cuando habla,
una fiel mezcla de todo lo bueno que supimos darle,
hace diez años aquí no estaba,
las canas de mi barba tampoco.
ahora la ves sentada
cruzada de piernas como una señorita
con sus bucles preciosos,
brillosos, llenos de vida,
un espasmo de libertad
donde los momentos son pasos
y todo lo que andamos, vida.
Es la luz que brilla desde entonces
con la pera pequeña y las orejas diminutas,
una hermosura de niña,
parece ser el Sol
pero se llama Lua.
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